Gracias a los rabids por la promoción que me están dando. Gracias a ustedes mi blog está llegando a más gente e iluminando el camino de aquellos que sí tienen la mente abierta para aceptar una realidad que se sale de los estereotipos implantados por una sociedad con doble moralidad.
A todos ustedes, gracias. Sigan insultándome, sigan mofándose de mí, sigan corriendo la voz. Siempre habrá alguien a quien pueda dibujarle una sonrisa en la boca entre tanto cabeza hueca. Insisto en que todo lo que he dicho es cierto. Si no fíjense en lo del divorcio. Cuando yo lo decía nadie lo creía y sin embargo el tiempo me ha dado la razón. Con David y Gillian pasará exactamente lo mismo. Así que me da igual si me quieren creer o no porque tarde o temprano la verdad o parte de ella acabará viendo la luz. Les recuerdo que esto que ven como algo paranoico y producto de la imaginación de un loco fan de X-Files es algo de lo más normal en Hollywood. Es triste, pero es así. David y Gillian no son los únicos afectados por esa gran enfermedad que tiene infectada a Hollywood que es la hipocresía. Por poner un ejemplo, miren lo ocurrido con Schwarzeneger. ¿De veras creen que la mujer no sabía sobre el engaño? Lo que pasa es que era el gobernador de California y necesitaba dar una imagen pulcra. Pues eso mismo ocurre con la mayoría de los famosos, que muchos de ellos por salvar su carrera se ven obligados a llevar una doble vida.
¡Hasta la próxima!
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