Antes de publicar mi nueva entrada quiero, en primer lugar, aclarar unos cuantos puntos para callar a las lenguas viperinas.
- Esto es un blog de opinión. Hablando en cristiano, no soy un medio oficial ni pretendo serlo. Esto lo hago por gusto y sin remuneración.
- Desde hace mucho tiempo me estoy limitando sólo a analizar lo que aparece en los medios y dar mi punto de vista sobre ello. Es cierto que antes daba a conocer información confidencial que no debía y pido disculpas por ello. Precisamente por respeto a mis fuentes dejé de hacerlo y no volveré a hacerlo más.
- A pesar de todo, todo lo aquí publicado ya dejó de ser confidencial en el momento en que salió en los medios. Por tanto, técnicamente ya no se me puede acusar de haber inventado nada para llamar la atención ni de poseer la verdad absoluta. Tampoco de falta de respeto, pues ya es todo de dominio público. Les recuerdo que lo del matrimonio de David y Gillian apareció en los medios dos años después de que yo dijera por aquí por primera vez que están casados. Desde ya les digo que yo no tuve nada que ver en eso. De hecho, cuando se publicó esa información quedé bastante sorprendido porque jamás pensé que esa historia fuera a salir a la luz.
- A quien no le guste lo que escribo lo tiene fácil: ¡que no me lea!
- He sabido que varias personas quieren revelar mi identidad o creen saberla y andan diciendo nombres. A todas estas personas quiero decirles que si decidí mantener mi identidad anónima quiero que se me respete ese derecho. No hago daño a nadie con este blog porque no escribo para los medios ni para la industria, escribo para los fans snoggers.
- David Duchovny y Gillian Anderson son dos artistas a los que admiro y respeto. Jamás fue mi intención hacerles daño en modo alguno. Mi único deseo para ellos es que sean felices y no tengan miedo de decir públicamente que están juntos, pues hacen una pareja muy bonita y muy compenetrada. Ni qué decir tiene que muchos fans les apoyan y están a favor de esa relación.
Saludos,
Truth
