¿Signos de rebeldía?

Hola, bloggers!

¿Qué tal el fin de semana? ¿Me extrañaron? Yo sí he extrañado escribir, pero el trabajo es el trabajo. Así que tengan paciencia conmigo y no se asusten. Prometí que escribiría con más regularidad y lo haré, pero sólo los fines de semana.

Seguramente se preguntarán: "¿Por qué ese título?" Pues bien, voy a explicarlo. ¿Recuerdan la gala que organizaba la compañía de teatro para la que trabaja David que se celebraba el pasado 14 de marzo? David y la innombrable estaban invitados a la gala y todo apuntaba a un evento de PR de los que provocan ganas de vomitar. Pues bien, la suerte nos sonríe una vez más a los fans de Gillovny porque David no fue. ¡SORPRESA! Estoy escuchando varios comentarios de mis fuentes sobre por qué no fue, pero no me atrevo a decir nada aún; no vaya a ser que invoque a la mierda. Porque nadie quiere volver a ver mierda PR, ¿verdad? En mi modesta opinión y al margen de lo que dicen mis fuentes, yo considero que la ausencia de David a la gala es un signo de rebeldía. ¿Por qué? Pues muy sencillo, porque ya está harto de tanta mierda. Y es que ¿quién quiere seguir haciendo PR cuando la función acabó hace dos años? ¿Cómo va a querer seguir con la pantomima cuando está en su mejor momento de relación con Gillian Anderson? Pues eso, que la paciencia tiene un límite y la de David se está agotando ya. Lo cierto es que el hombre tiene motivos para querer cortar con la mierda ya. Para los que aún no lo sepan, David y Tea tenían un contrato que acababa en septiembre; fecha en la cual estaba previsto que se anunciara el divorcio. ¿Qué ocurrió? ¿Por qué no se anunció? Pues porque Tea se niega a acabar con el cuento y para provocar el aplazamiento se le ocurrió la genial idea de atacar a Gillian y a los niños. Increíble, ¿verdad? Así que desde entonces esto se ha convertido en un tira y afloja entre David y Tea. Es por eso que aún seguimos teniendo PR. David dio el primer síntoma de rebeldía al no acudir a la gala PR del pasado lunes. ¿Estamos ante el principio del fin? Esperemos que sí, porque tanta mentira ya aburre. Así que señorita Leoni, si lee esto, se lo pido sin malos rollos. Si aún le queda un poco de dignidad acabe con esta pantomima ya de una buena vez. Ya somos muchos los que sabemos la verdad y no nos tragamos el cuento del matrimonio feliz. Así que por su bien y por el de David anuncie ya el divorcio. Diga la verdad y deje de vivir de una mentira. Está haciendo daño a una pareja por culpa de su juego PR. Y aunque seguramente crea lo contrario, también está dañando su propia imagen.

Espero de verdad que este sea el principio del fin. Crucemos los dedos, equipo Gillovny.

Es todo por hoy. Espero poder volver con buenas noticias.

¡Hasta otra, bloggers!